En nuestra comunidad de Noviciado nos estamos preparando (por fuera y por dentro!) para caminar la próxima semana una parte del Camino de Santiago.
Es un reto, que esperamos con entusiasmo y respeto... Sea metáfora de la vida y sea un continuar afirmando, con cada paso, que nos fiamos de Aquel que es el Camino...
¡ULTREIA! ¡Ánimo! ¡Vamos allá! ¡Sigamos adelante!
"Sentirse en camino es estar orientado, proyectado hacia adelante, en movimiento, con confianza en el desenlace final de la propia peripecia histórica. Cuando alguien puede narrar su vida como un camino, está haciendo una confesión de fe, porque se le ha dado el verla reorganizada en torno a un sentido, atravesada por una dirección.
Pero el camino esconde a veces una sorpresa de gracia en la paradoja de un viaje inesperado que deshace nuestros planes, de un acontecimiento que nos deja desorientados y perdidos, sin saber ya dónde estamos ni a dónde vamos, sin entender por qué hacemos lo que hacemos y vivimos como vivimos.
Es tiempo de creer que el Pastor conoce bien la cañada, aunque esté a oscuras, es una invitación a entrar en un juego de ocultamiento y búsqueda. El que se atreve a seguir adelante, aunque esté perplejo y buscando sin perder el ánimo, está afirmando, en cada uno de sus pasos, que se fía de Alguien que sigue siendo Camino.
Y es que a lo mejor, la gracia consiste en eso, en seguir caminando, con la terquedad humilde de quien está marcado para siempre con una cojera vencida y victoriosa."
(Dolores Aleixandre. Círculos en el agua, la vida alterada por la Palabra).
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