miércoles, 25 de septiembre de 2013

EL PAPA FRANCISCO HABLA DE SU VOCACIÓN

“Quiero contarles -dijo el santo padre- una experiencia: hice el 60 aniversario del día en que sentí la voz de Jesús en mi corazón, y esto no lo digo para que me hagan una torta aquí. Esto no lo olvido nunca. El Señor me hizo sentir fuertemente que tenía que seguir ese camino. Pasaron algunos años antes que esa decisión e invitación fuera definitiva. Fueron años con éxitos y alegrías, pero también de fracasos, de fragilidad y de pecado. 60 años en la vía del Señor, atrás de Él, siempre con Él”.
Y les preguntó a los jóvenes. “¿Por qué. porque me siento Tarzán que va adelante? No, porque también en los momentos más oscuros, del pecado, del fracaso he mirado a Jesús y nunca me ha dejado solo. Confiemos en Jesús, Él no nos desilusiona nunca, es un amigo fiel, este es mi testimonio. Vayan adelante”.
Y les recomendó: “Nunca dejen de ponerse en juego” y añadió “nunca lamentaciones, desánimo. Y nunca, nunca ir a comprar consolación de muerte, e ir adelante con Jesús. Él no nos desilusiona, y nos lleva siempre adelante”. Y concluyó: “Recen por mí, y que la Virgen les acompañe”.

sábado, 21 de septiembre de 2013

HONESTOS EN LO POCO...


…El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho.
Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien?
Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? “Lc 16,10-12”

lunes, 16 de septiembre de 2013

OREMOS CON MANOS LIMPIAS

Contundente S.Pablo en la Lectura de hoy:

"quiero que todos oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos piadosas, limpias, sin ira ni discusiones".

Oremos a Dios. ¡hay tanta necesidad! Y desterremos la ira y las discusiones. Todo irá mejor.

viernes, 13 de septiembre de 2013

LA VIDA ES UN ESPEJO


Le preguntaron a Mahatma Gandhi:

¿Cuáles son los factores que destruyen al ser humano?
Él respondió así:

La Política sin principios,
el Placer sin compromiso,
la Riqueza sin trabajo,
la Sabiduría sin carácter,
los Negocios sin moral,
la Ciencia sin humanidad
y la Oración sin caridad.

La vida me ha enseñado:
que la gente es amable, si yo soy amable;
que las personas están tristes, si estoy triste;
que todos me quieren, si yo los quiero;
que todos son malos, si yo los odio;
que hay caras sonrientes, si les sonrío;
que hay caras amargas, si estoy amargado;
que el mundo está feliz, si yo soy feliz;
que la gente es enojona, si yo soy enojón;
que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
                                                                                                                       La vida es como un espejo:
                                                                                              Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa.


La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
"El que quiera ser amado, que ame". 
 

sábado, 7 de septiembre de 2013

LA FORMICA E LA PREGHIERA



 

L'altro giorno ho visto una formica che trasportava una foglia enorme. La formica era piccola e la foglia doveva essere almeno due volte il suo peso. Ora la trascinava, ora la sollevava sopra la testa. Quando soffiava il vento, la foglia cadeva, facendo cadere anche la formica. Fece molti capitomboli, ma nemmeno questo fece desistere la formica dalla sua impresa. L'osservai e la seguii, finché giunse vicino a un buco, che doveva essere la porta della sua casa.
Allora pensai: "Finalmente ha concluso la sua impresa!".
Mi illudevo. Perché, anzi, aveva appena terminata solo una tappa.
La foglia era molto più grande del foro, per cui la formica lasciò la foglia di lato all'esterno ed entrò da sola.
Così mi dissi: "Poverina, tanto sacrificio per nulla."
Mi ricordai del detto popolare: "Nuotò, nuotò e morì sulla spiaggia."
Ma la formichina mi sorprese. Dal buco uscirono altre formiche, che cominciarono a tagliare la foglia in piccoli pezzi. Sembravano allegre nel lavoro. In poco tempo, la grande foglia era sparita, lasciando spazio a pezzettini che ormai erano tutti dentro il buco.
Immediatamente mi ritrovai a pensare alle mie esperienze. Quante volte mi sono scoraggiato davanti all'ingorgo degli impegni o delle difficoltà? Forse, se la formica avesse guardato le dimensioni della foglia, non avrebbe nemmeno cominciato a trasportarla.
Ho invidiato la perseveranza, la forza di quella formichina. Naturalmente, trasformai la mia riflessione in preghiera e chiesi al Signore che mi desse la tenacia di quella formica, per "caricare" le difficoltà di tutti i giorni. Che mi desse la perseveranza della formica, per non perdermi d'animo davanti alle cadute. Che io possa avere l'intelligenza, l'abilità di quella formichina, per dividere in pezzi il fardello che, a volte, si presenta tanto grande. Che io abbia l'umiltà per dividere con gli altri i frutti della fatica come se il tragitto non fosse stato solitario. Chiesi al Signore la grazia di riuscire, come quella formica, a non desistere dal cammino, specie quando i venti contrari mi fanno chinare la testa verso il basso ...specie quando, per il peso di ciò che mi carica, non riesco a vedere con nitidezza il cammino da percorrere. La gioia delle larve che, probabilmente, aspettavano il cibo all'interno, ha spinto quella formica a sforzarsi e superare tutte le avversità della strada.

Dopo il mio incontro con quella formica, sono stato rafforzato nel mio cammino. Ringrazio il Signore per averla messa sulla mia strada e per avermi fatto passare sul cammino di quella formichina.
I sogni non muoiono, solo si assopiscono nel cuore della gente.
Basta svegliarli, per riprendere il cammino! Abbi fede!!!!







 

martes, 3 de septiembre de 2013

Jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria

 

Ángelus, 1 Septiembre 2013

El Papa Francisco ha convocado un día de ayuno en toda la Iglesia extenso a todo el mundo  católico y no católico para  la  paz en Siria...
 
Aquí ve dejo su mensaje:


Hoy, queridos hermanos y hermanas, quisiera hacerme intérprete del grito que, con creciente angustia, se levanta en todas las partes de la tierra, en todos los pueblos, en cada corazón, en la única gran familia que es la humanidad: ¡el grito de la paz! Es el grito que dice con fuerza: Queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad, desgarrada por divisiones y conflictos, estalle la paz; ¡nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precioso, que tiene que ser promovido y tutelado.
Vivo con particular sufrimiento y preocupación las numerosas situaciones de conflicto que hay en nuestra tierra, pero, en estos días, mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por la dramática evolución que se está produciendo.
Hago un fuerte llamamiento a la paz, un llamamiento que nace de lo más profundo de mí mismo. ¡Cuánto sufrimiento, cuánta destrucción, cuánto dolor ha ocasionado y ocasiona el uso de las armas en este atormentado país, especialmente entre la población civil inerme! Pensemos: cuántos niños no podrán ver la luz del futuro. Condeno con especial firmeza el uso de las armas químicas. Les digo que todavía tengo fijas en la mente y en el corazón las terribles imágenes de los días pasados. Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones, del que no se puede escapar. El uso de la violencia nunca trae la paz. ¡La guerra llama a la guerra, la violencia llama a la violencia!
Con todas mis fuerzas, pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de su conciencia, que no se cierren en sus propios intereses, sino que vean al otro como a un hermano y que emprendan con valentía y decisión el camino del encuentro y de la negociación, superando la ciega confrontación. Con la misma fuerza, exhorto también a la Comunidad Internacional a hacer todo esfuerzo posible para promover, sin más dilación, iniciativas claras a favor de la paz en aquella nación, basadas en el diálogo y la negociación, por el bien de toda la población de Siria.
Que no se ahorre ningún esfuerzo para garantizar asistencia humanitaria a las víctimas de este terrible conflicto, en particular a los desplazados en el país y a los numerosos refugiados en los países vecinos. Que los trabajadores humanitarios, dedicados a aliviar los sufrimientos de la población, tengan asegurada la posibilidad de prestar la ayuda necesaria.
¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el Papa Juan XXIII, a todos corresponde la tarea de establecer un nuevo sistema de relaciones de convivencia basadas en la justicia y en el amor (cf. Pacem in terris [11 abril 1963]: AAS 55 [1963], 301-302).
¡Que una cadena de compromiso por la paz una a todos los hombres y mujeres de buena voluntad! Es una fuerte y urgente invitación que dirijo a toda la Iglesia Católica, pero que hago extensiva a todos los cristianos de otras confesiones, a los hombres y mujeres de las diversas religiones y también a aquellos hermanos y hermanas no creyentes: la paz es un bien que supera cualquier barrera, porque es un bien de toda la humanidad.
Lo repito alto y fuerte: no es la cultura de la confrontación, la cultura del conflicto, la que construye la convivencia en los pueblos y entre los pueblos, sino ésta: la cultura del encuentro, la cultura del diálogo; éste es el único camino para la paz.
Que el grito de la paz se alce con fuerza para que llegue al corazón de todos y todos depongan las armas y se dejen guiar por el deseo de paz.
Por esto, hermanos y hermanas, he decidido convocar en toda la Iglesia, el próximo 7 de septiembre, víspera de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero, y también invito a unirse a esta iniciativa, de la manera que consideren más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los que pertenecen a otras religiones y a los hombres de buena voluntad.
El 7 de septiembre en la Plaza de San Pedro, aquí, desde las 19.00 a las 24.00 horas, nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para implorar de Dios este gran don para la amada nación siria y para todas las situaciones de conflicto y de violencia en el mundo. La humanidad tiene necesidad de ver gestos de paz y de oír palabras de esperanza y de paz. Pido a todas las Iglesias particulares que, además de vivir esta jornada de ayuno, organicen algún acto litúrgico por esta intención.
Pidamos a María que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, de la reconciliación y del amor. Ella es Madre. Que Ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos. Ayúdanos, María, a superar este difícil momento y a comprometernos, todos los días y en todos los ambientes, en la construcción de una auténtica cultura del encuentro y de la paz. María, Reina de la Paz, ruega por nosotros.