jueves, 30 de enero de 2014

Por la paz... ¡que brille vuestra luz!

Quizá brillar sea una forma de hacer la paz.
Demos permiso a la luz, en nosotros mismos, en el mundo, contra el miedo...



"Nuestro mayor temor no consiste en no ser adecuados.
Nuestro temor consiste en que somos poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que nos atemoriza.
Nos preguntamos: "¿Quién soy yo para ser brillante, espléndido, talentoso, fabuloso?"
Pero, en realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Eres hijo de Dios.
Tus pequeños juegos no sirven al mundo.
Disminuirte a ti mismo para que los demás no se sientan inseguros a tu lado no tiene nada que ver con la iluminación.
Todos estamos hechos para brillar, como brillan los niños.
Nacemos para manifestar esta gloria que está dentro de nosotros.
Y no es que esté solo en algunos, está en todos nosotros.
En la medida en que dejamos que brille nuestra propia luz, 
damos a otros permiso para hacer lo mismo.
En la medida en que nos liberamos de nuestro miedo, nuestra presencia libera automáticamente a otros."

(Marianne Williamson, citada por Nelson Mandela).

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