domingo, 5 de enero de 2014

Palabra que respira

Y LA PALABRA SE HIZO CARNE Y ACAMPÓ ENTRE NOSOTROS. Y HEMOS CONTEMPLADO SU GLORIA: GLORIA PROPIA DEL HIJO ÚNICO DEL PADRE
LLENO DE GRACIA Y DE VERDAD.  (Jn 1, 14).
 

Vino a este mundo para habitarnos, para no abandonarnos. 
En el viaje nos dejó su Cuerpo hecho pan de Vida...
Y así, desde entonces, quien le recibe no tendrá más hambre,
y conocerá la luz que ilumina, la verdad que levanta, que nos permite volar...
Para aquellos que se atreven a escuchar una Palabra viva, que respira...
a recibir a Dios hecho Palabra y carne. Hijo y Pan.
Seamos en todo acogida.
 

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