Teresita Albarracín es una joven murciana que entró en la Congregación en septiembre de 1942 y murió el 12 de marzo de 1946, a los 19 años y a punto de renovar sus votos por segunda vez. Está introducida su causa de Beatificación, porque vivió intensamente la fe y la vocación, siquiendo a Jesús desde el carisma claretiano y tomando como modelo de espiritualidad el camino de la infancia espiritual de Teresita de Lisieux. Podríamos traer aquí muchas frases de su diario, como una ayuda para nuestra propia fe, como su lema SONREIR SIEMPRE (y no le faltaban motivos para perder la alegría y la esperanza, especialmente por la enfermedad que le sobrevino) pero nos vamos a quedar con una:
Mi programa ha de ser trabajar en el espíritu de fe hasta llegar a hacer extraordinariamente las cosas ordinarias, para lo que imploraré en cada una de ellas la ayuda de mi madre Inmaculada.
Desde aquí felicitamos a toda la Congregación por tener hermanas como Teresita que nos han precedido y nos acompañan en el camino de fe y el seguimiento de Jesús. Felicitamos especialmente a las junioras y a todas las formandas. A todas las personas que podemos encontrar en Teresita una luz para nuestros días, un aliciente en su sonrisa, en su fe... para vivir con esperanza, confiada siempre en los brazos del Buen Padre, pase lo que pase... Si ella pudo nos animamos a poder también nosotras, hoy.
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