"Los que esperan en el Señor verán sus fuerzas renovadas:
les salen alas de águila, corren y no se fatigan,
caminan y no se cansan" (Is 40, 31).
"Pues el amor lleva la carga sin carga, y aunque sea muy pesada,
con el amor no la sentimos". (Oración de la mañana. M. PArís)
A veces para descansar no nos basta con cambiar de actividad, tampoco es la otra cara del trabajo... Descansar es aprender del Manso y Humilde de corazón. En Él coinciden acción y reposo, seguridad y dicha, confianza y abandono. Y ese es el descanso que esperamos: el de dejar de arrastrar "pesos pesados", dejar de pensar "total... para nada", el de caminar con ligereza y llevar nuestra carga con suavidad.
¡Nos saldrán alas de águila!
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