"Mis ovejas escuchan mi voz,
y yo, el Señor, las conozco a ellas"
me conduce a fuentes tranquilas y restaura mis fuerzas.
El que sale a buscar la oveja perdida;
y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros.
Buen pastor que incluso desciende a los infiernos para sacarnos de ellos.
El que forma un solo rebaño con un solo pastor.
Buen pastor... que me conoces, me proteges, me conduces...
que tantas veces me has cargado y me has librado...
Quiero escuchar tu voz y seguirte,
quiero que me alimentes y me guíes,
dejarme llevar tranquila... ¡Y ser de tu rebaño!
Sin que nadie me lo pueda arrebatar.
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