Esta tarde Celeste Berardi, que compartió su segundo año de noviciado en nuestra comunidad, realiza su primera profesión como Misionera Claretiana.
En vísperas del día de la Vida Consagrada y uniéndonos desde aquí al importante y deseado paso de Celeste damos gracias a Dios por todo lo que Él va obrando en ella y en nosotras.
Gracias a la Congregación, a nuestra comunidad, a las hermanas que nos acompañan... Nos ayudáis a seguir creciendo, a descubrir cómo quiere Jesús que le sigamos y a responder con nuestra vida.
Gracias a Celeste, ¡por todo lo compartido!, por permitirnos ser testigos de su caminar, por su entrega generosa...
Y gracias al Dios de la vida... Tan vivo que podemos vivir desde Él, para otros, dando vida...
Hoy, nuestra oración y alegría está con ella.
¡Felicidades Celeste! Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa, con Él no hay temores...
Solo plenitud, pasión y Vida en abundancia.
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