"En medio de esa barahúnda de cosas, estando oyendo la santa Misa, me acordé de haber leído desde muy niño aquellas palabras del Evangelio: ¿De qué le aprovecha al hombre el ganar todo el mundo si finalmente pierde su alma? Esta sentencia me causó una profunda impresión... fue para mí una saeta que me hirió el corazón; yo pensaba y discurría qué haría, pero no acertaba". (Aut. Claret, 68)
Negarme a mí misma...
cargar mi cruz...
perder la vida...
¡para salvarla por ti y el Evangelio!
Contigo, así... :
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