"¿No es éste el hijo de José?" (Lc 4, 22).
Sí, lo es. Y también Hijo de Dios, y Mesías, y Dios mismo encarnado...
A quien nada le impidió anunciar el Reino.
Sea así también entre nosotros, hijos e hijas todos de "carpinteros". Capaces de ir con Él más allá de "nuestra tierra" conocida, de donde se nos espera; más allá de donde creemos ver"prohibido el paso" o "impedido el vuelo". Siempre más allá...
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