A unas cuantas horas de mi
primera profesión religiosa quiero compartir con ustedes la alegría de vivir
este acontecimiento. Son días de mucha ilusión y sobre todo confianza en el
Dios que me llama a esta familia misionera. Esta preparación la vivimos como
comunidad, cada detalle evoca la celebración…
y con todo esto… Sé de quién me he fiado esta
frase de Pablo me recuerda que mi “sí”, se sostiene en un “Sí” mayor. ¡¡Que sea
Él la fuente de alegría en mi vida, como lo fue en María de Nazaret!!.
Comparto
con ustedes algunos momentos de mi tiempo de noviciado, en San Pedro Sula,
Honduras y Madrid, AGRADEZCO TODO LO VIVIDO, LO COMPARTIDO, Y SU COMPAÑÍA EN ESTE CAMINO!
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